¿Qué es Sustentabilidad de Vida?



El concepto de Sustentabilidad de Vida está relacionado a nuestra forma de ver y comprender el mundo en el que vivimos y a nosotros mismos.

Estamos tan ocupados con las tareas del día a día que perdemos la capacidad de percibir la conexión de todas las cosas, perdemos el sentido sagrado de la vida y el sentido de que somos, de hecho, parte del universo y, por tanto, intuitivos. Para recordar que hay una red que une  todo basta mencionar algunos pocos ejemplos:

  1. Pensamos en alguien y el teléfono suena;
  2. Muchas personas soñaron con la tragedia un día o algunos días antes del 11 de septiembre en Nueva York;
  3. Los aborígenes australianos tenían pleno conocimiento de los dos campos electromagnéticos del planeta, sin tener cualquier equipo para medirlos.
  4. Somos polvo de las estrellas, ya que el planeta y todo lo que en él ha surgido es de la explosión de estrellas en el universo. Somos el resultado de billones de años de la transformación de la materia después del Big Bang;
  5. Observamos a la ciencia moderna, la cual nos muestra como el simple hecho de observar a un electrón lo modifica  y como las dos partes de una partícula subatómica separadas a kilómetros de distancias yacen como si estuvieran interconectadas.
Y así en adelante.
 
Hay una dimensión interna en todos nosotros que conoce esa conexión y podemos accesar a ella. Tal vez sea esa sabiduría interior la que lleva a muchas personas a luchar por causas como la protección ambiental. El tema se puso de moda y nunca se ha oído tanto la palabra Sustentabilidad, sin embargo estamos lejos de encontrar un equilibrio. ¿Será que entendemos lo que significa ser sustentable?
 
El significado de este concepto puede ser muy amplio, y en verdad, este término va mucho más lejos del discurso ecológico. La sustentabilidad ambiental está relacionada a las acciones humanas que tratan de suplir nuestras necesidades sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.

Pero los actos que llevan a la destrucción ambiental nacen de parte del alma que ignora la profundidad de la vida, las relaciones humanas y de cómo la vida, los seres humanos, el planeta y el propio universo están interconectados.

Por eso, no necesitamos apenas de la sobrevivencia física, lo que hace que la protección ambiental sea un factor de primer orden, pero para que esto ocurra necesitamos también de la sobrevivencia moral, síquica, espiritual y humana.

El director de Método Silva para América del Sur Omar Mustafá, nos enseña que cuando comprendemos quien somos y accesamos a nuestra dimensión más profunda, nuestro amor propio se expande y logramos percibir las relaciones que nos unen a todo lo que está a nuestro entorno.

Según él, al percibir la inter-relación de todas las cosas, sentimos gratitud, porque comprendemos el por qué el otro está en nuestras vidas y empezamos a ser agradecidos por el planeta que nos mantiene vivos. Sentimos por tanto una necesidad automática de cuidar del planeta, del medio ambiente y de los seres humanos pasando a vivir de una forma más solidaria. Por eso mismo, el sentimiento de gratitud inevitablemente lleva a la sustentabilidad en su sentido más amplio porque pasamos a comprender internamente la necesidad de preservar los recursos ambientales y materiales que mantienen nuestra vida, y al mismo tiempo reeducar a nuestra mente porque somos capaces de modificar todo en que enfocamos nuestra conciencia.

En este sentido, debemos preservar los principios morales, las actitudes y comportamientos humanos en su sentido más elevado, o sea, debemos promover todo aquello que prioriza, desenvuelve y eleva las relaciones entre las personas y todos los seres vivos y que, por fin, ilumina la conciencia de la red de vida. Debemos dejar para las generaciones futuras también la posibilidad de acceder al amor, a la amistad, a la educación, al respeto, en fin, a toda la humanidad a la que nosotros tuvimos acceso o que nos gustaría haber tenido.

Somos parte del mundo y cada uno de nosotros tiene la responsabilidad por todo.

El presidente del Instituto de Ciencias Noéticas y exdirector de Anistía Internacional en Washington, DC, James O’dea dijo:

“Como seres humanos, nosotros recibimos una conciencia reflexiva y una capacidad de testificar el flujo de vida más allá de los perímetros del yo y sus necesidades y preocupaciones particulares. Esa capacidad es mucho más que una capacidad intelectual para racionalizar, analizar y preveer consecuencias. Es la capacidad de sentir la resonancia del universo mayor, de un mundo más inclusivo, y experimentar una reverencia profunda por toda la vida”.

El objetivo principal de este proyecto es esparcir semillas visualizando una ampliación de la conciencia humana para que entremos en un campo de percepión conectado a la ecología planetaria y a la vida. Un desafío, lo confieso, pero también una esperanza. Al final, así como O’dea, nos debemos preguntar:

“¿Exactamente que viable es usted como semilla de futuras posibilidades? 

¿Esos sentimientos e intuiciones son síntomas de optimismo ingenuo, o un reflejo más preciso de algunas realidades más profundas?”

No hay comentarios:

Publicar un comentario